La agencia de noticias semioficial iraní Tasnim indicó que el sismo de magnitud 7,3 que afectó la noche del domingo a una zona de la frontera entre Irán e Irak dejó al menos 455 muertos y más de 7.350 heridos.
Más de la mitad de las víctimas fatales ocurrieron en la ciudad de mayoría kurda de Sarpol-e Zahab, en la provincia de Kermanshah. La tragedia llevó al gobierno iraní a declarar día de duelo nacional este martes.
NOCHE A LA INTEMPERIE
En tanto, los equipos de rescate luchan frenéticamente contra el tiempo en la búsqueda de sobrevivientes entre los escombros. Casi 150 réplicas se han dejado sentir tras el sismo principal, incrementando el riesgo de nuevos derrumbes, lo que llevó a numerosas familias a pasar la noche a la intemperie.
El líder supremo iraní, el ayatola Ali Jamenei, llamó a todas las autoridades a asegurarse de que la ayuda llegará rápidamente a la zona afectada, y a las fuerzas armadas a ser desplegadas para colaborar en los trabajos de rescate.
Los primeros envíos de ayuda corrieron por cuenta de Turquía, mientras que Italia puso a disposición de las autoridades iraníes 12 toneladas de suministros. El papa Francisco, por su parte, ofreció rezar.
EPICENTRO FUE EN LA CIUDAD IRAQUÍ DE HALABJA
Según el Instituto Geológico de Estados Unidos, el epicentro del sismo se ubicó a 31 kilómetros de la ciudad iraquí de Halabja. Pese a ello, en Irak el terremoto causó menos daño, aunque igual se lamentaron pérdidas humanas.
El portavoz del Ministerio de Sanidad, Saif al-Badr, informó que ocho personas murieron y 535 resultaron heridas. Siete de los muertos se registraron en la región autónoma del Kurdistán y la octava en Diyala.
El de Kermanshah es el peor terremoto que se registra en la región desde 1990. Entonces, en Rudbar, en la provincia de Gilan, en el norte del país, un terremoto de magnitud 7.4 causó la muerte de más de 35 mil personas.
Un devastador terremoto en 2003 en Bam, en el sureste de Irán, dejó más de 26 mil muertos. Los sismólogos apuntan a que la placa tectónica arábiga es la responsable del último terremoto al presionar contra la placa euroasiática.